6 feb 2012

Caperucita

 Texto triste:

Luces, sombras y todo lo que cabe en un pequeño cuadro que borda hilo a hilo el sonido de tu voz. Bosque oscuro donde solo ponen luces las luciérnagas y tu yo. Caminos indirectos que llegan a lo más directo de tu corazón, como caperucita roja te escondes preguntándote por que le lobo no está en su habitación. Aullidos milenarios de lo más lejos resuenan, con ecos terribles de llantos y penas. Gatos y pájaros sobrevuelan tu cabeza, estás sola caperucita, olvídate de tu cesta. Aullidos milenarios de lo más lejos resuenan, con ecos terribles de llantos y penas celebran tu valor de adentrarte en su mundo, su olla hace tiempo que no está llena. Gritos con fondo de lamentos por calles ajenas, buscan sonrisas para venderlas por cera. Cera de velas, oscuras y de color hierba. Sigues andando paso a paso sobre esa espesa niebla, tu reloj se para y los gatos y pájaros se transforman en hienas, ellas ríen mientras tu corres solo para ver a tu abuela. O caperucita roja, donde vas o a donde fuiste, ya estas perdida y solo resuena en cada árbol el eco de tu memoria, vacía pero sincera, llena de vida pero muerta. Y así de paso a paso se van borrando los caminos, solo eres una víctima del destino.

Texto Feliz:

Luces, colores y todo cabe en un pequeño cuadro que borda hilo a hilo el sonido de tu hermosa voz. Bosque verde, donde ponen luces las luciérnagas y el sol. Caminos sinuosos que llegan a lo más directo de tu corazón. Como caperucita roja te diviertas, preguntándote que haría la abuelita en su habitación. Sonidos milenarios de lo más lejos resuenan, con ecos felices de risas y fiestas. Gatos y pájaros sobrevuelan tu cabeza, esta contenta caperucita, camina con tu cesta. Sonidos milenarios de lo más lejos resuenan, con ecos felices de risas y fiestas ellos se alegran que te unas con ellos, tu corazón te dice que hace tiempo que no estuviste con ella. Voces con fondo de alegría, por ondulados caminos, buscan verdad para venderlas por felicidad. Felicidad sincera, pura y de color hierba. O caperucita roja, dónde vas o a donde fuiste, ya estás conmigo y solo resuena en cada árbol el eco de tus risas, alegre y sincera, llena de vida pero alerta. Y así paso a paso se van borrando los caminos, solo eres una víctima del destino.

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