Sigue,
da la vuelta y vuelve a empezar. Como una canción sin final esta historia
vuelve a comenzar.
Dame un
paso, dame una letra y solo sabré decir las mil maneras que tengo de sentir
como tu cuerpo caliente hace derretir todo dentro de mi simiente.
Paro y
pienso que a cada momento persigo el olor de tu cuerpo que se adhiere a mí como
pegamento.
Dulce
pegamento… que me atrapa en las ventanas donde detrás se esconde esa dulce cara
de hada que me hace permanecer ante las
puertas que deberían estar cerradas.
Apacible
sentimiento que se queja de que otros critiquen al alma sin ello poseerla, que
se queja de que se repitan las mismas palabras todas ellas con distinto
significado, todas ellas cargas de clavos de dolor que pertenecen a la esencia pura y dura que cada ser con corazón
llora.
Solo decir que escribir, si es por ti lo quiero
a llenar mil ceniceros con trozos de pensamientos rotos que solo hacen mella y
queman por quemar cada buen recuerdo que está por comenzar…
Te
quiero
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